El 16 de febrero de 1568, la Inquisición española emitió una sentencia de muerte para todos (!) residentes de los Países Bajos.
Anteriormente, el cristianismo y la Iglesia Cristiana sufrían tanto de un enemigo externo, los emperadores romanos, y de disensiones internas basadas en diferencias teológicas.
El tribunal especial de la Iglesia Católica llamado ‘la Inquisición’ fue creado en 1215 por el papa Inocencio III. El tribunal eclesiástico con una amplia gama de responsabilidades fue establecido en el sur de Francia por el papa Gregorio IX en 1229. El poder de esta institución alcanzó su apogeo en 1478, cuando los reyes Fernando e Isabel establecieron la Inquisición española con la sanción del papa Sixto IV.
La tarea principal de la Inquisición era determinar si el acusado era culpable de herejía. Desde finales del siglo XV y hasta el siglo XVII su competencia comenzó a incluir los juicios a las brujas.
Solo entre 1481 y 1498 alrededor de 8.800 personas fueron quemadas en la hoguera; 90.000 fueron sometidas a la confiscación de bienes y a los castigos eclesiásticos.
La Inquisición española en los Países Bajos fue establecida por Carlos V en 1522 para luchar contra los protestantes. En 1523, los dos primeros mártires protestantes fueron quemados en la hoguera en Amberes. Las medidas más severas se tomaron para combatir a los protestantes. Alguna de las decisiones de la Inquisición fue la sentencia de muerte para todos (!) residentes de los Países Bajos (pero no se puso en práctica) se mantuvo como una especie de un incidente curioso.
La introducción de la Inquisición en los Países Bajos españoles fue una de las razones de la Revolta Holandesa de 1566–1648. Como resultado, los Países Bajos se rompió en un estado de protestantes y un estado de católicos.
https://www.calend.ru/events/5894/
Traducido por Yelizaveta O. Ovchínnikova